Tacones lejanos

Mis botines nuevos, 8 cm. de tacón y 4 cm. de ancho.

Desde estas rebajas, a veces soy 8 centímetros más alta. No, no es que me haya tocado en un sorteo de un centro comercial un estiramiento global o una pócima mágica de crecimiento. Es que me he comprado unos botines con "pedazo taconazo". Y digo a veces, porque mi absoluta falta de práctica con tacones me lleva a ponérmelos solo en contadas ocasiones: cuando voy agarrada del brazo de Rubén, cuando voy en coche y tengo que andar poco, o cuando bajo al Eroski de al lado de casa a comprar... Os suena raro esto último, ¿verdad? Simplemente haciendo un homenaje a Martirio, bajo a comprar "arreglá, pero informal" y así de paso me voy acostumbrando a mis zapat

He de reconocer que una pierna queda mucho más mona y fina con un buen tacón y no con manoletinas o zapato bajo, como suelo llevar yo. De hecho, cuando me pongo esos botines, además de ver las cosas desde "otra altura", mis amigos me ven más delgada, ¡esto es magia!

Siempre he sido muy dada a los esguinces, y el hecho de caerme desde un taconazo de aguja, me producía un poco de rechazo. Bueno, eso y andar como pisando huevos y que todo el mundo me vea cual Tony Curtis y Jack Lemmon subiendo al tren en "Con faldas y a lo loco".

Un tacón como "Dios manda".

 La envidia no es uno de los pecados capitales que más me caracterice, pero sí siento una especie de "celos" cuando veo a alguien subido a esos peldaños tan imposibles. Bueno, siempre, siempre no siento envidia. Porque comprarte unos zapatos de tacón no implica que sepas andar con ellos, y a veces la gente roza el rídiculo. Ayer sin ir más lejos vi a una mujer de una boutique de Logroño, a la que pensé que habían operado de la cadera, y simplemente era que llevaba unos zapatos de leopardo con una plataforma horrible por delante y un estrechísimo tacón por detrás y no podía casu andar.¡la pobreee, más vale que no llevara prisa, porque si no, fijo que no llegaba!

Divertídisimos estos zapatos, aunque matadores según Silvia.

Algunas de mis amigas llevan el tacón y lo lleván muy bien. La Terrobita, sin ir más lejos, casi es de mi misma altura cuando se pone sus tacones, (yo también te quiero Anita). Mi amiga Silvia tiene muchos zapatos de tacón y los lleva con mucho estilo; bueno, es que ella es muy estilosa.  Me ha mandado unas fotos de algunos de sus modelos para que los comparta con vosotros,  aunque me ha confesado que algunos son "insufribles". Ana, otra amiga mía, "la rubia de Javi Negueruela", también ha contribuido en mi blog envíandome una foto de unos zapatos chulísimos que también le hacen subir a las alturas.

Los zapatos de Ana, ¡geniales1

Las jovenzuelas vienen arrasando, lo digo al menos por Marta la hija de mis amigos, que se compra unos zapatos alucinantemente altos, pero la muy "lista" sale con sus manoletinas en el bolso.

Las sandalías de Silvía. Yo de ahí, me caigo ¡fijo!

En fin, que apartir de ahora si me véis por la calle y voy con paso lento es que o estoy viendo escaparates o llevo los botines puestos. Y si no os saludo, es que estoy acostumbrada a ver las caras desde mi 1,57cm. y ver  desde 1,65 cm, me cambia la perspectiva de las cosas y de la gente.

Un besito.

Tacón imposible.

Un tacón para diario.

Tacones para ir al ballet.