Y punto

Mi etiqueta.

Lo siento. Tengo el blog totalmente abandonado, pero es que "no me da la vida".
En el último mes he recuperado una afición que tenía olvidada desde hace mucho: ¡he vuelto a hacer punto!

Parece piel, pero es de Lanas Stop "Visón".

Cuando iba al insti, mientras estudiaba, me gustaba ponerme el libro apoyado en las piernas a la vez que iba tejiendo (¿qué pasa?... soy chica). Me hice jerséis, chaquetas... mi madre me decía cuándo menguar o cerrar puntos y luego ella me los cosía.
Mi amiga Estrella y yo íbamos monísimas a clase con nuestras creaciones. He buscado en mis fotos antiguas y he encontrado en alguna, ropa hecha por mí, pero la censura me prohíbe ponerlas en el blog... bueno quien dice la censura, dice que yo misma me he censurado, ¡qué época aquella! Sí perdona... pero tu no te rías mucho, que si buscas en tus fotos de los años 80 tendrás del mismo estilo que las mías ¿o no?

Mis primeros ochos para mi amiga Terrobita

Este verano en un mercadillo de Gerona, yendo con mi prima Mada, nos quedamos enganchadas en un puesto de lanas; la señora tenía cosas tan bonitas que empecé a pensar en recuperar mi vieja afición. En las sugerencias a mi amigo invisible de este año, le apunté que quería agujas y lana, pero no me hizo caso, se lo pedí a los Reyes Magos, pero me ignoraron; así que hace un mes, más o menos, me fui a una tienda y yo solita me compré lana y agujas. La señora de la tienda, me enseñó a hacer el falso punto inglés y me hice en un fin de semana ¡mi primera bufanda de este siglo! Y esto ha sido un no parar; y gran parte de culpa de que esto haya sido así lo tienen las redes sociales.

El cuello de Lourdes, verde esperanza.

Rubén me ha diseñado unas etiquetas muy chulas, mi cuñado Roberto un video con la canción de “Lanas Stop” de hace mil años, los "chinos" han imitado mi "marca" y yo disfruto haciendo cada bufanda y cada cuello. De hecho hasta he ganado dinero: los 80 céntimos (40 de Natalia y otros 40 de Elena que no quisieron sus vueltas). Vamos, que rica a este paso no me hago, pero lo que disfruto haciendo punto y sabiendo que a la gente le gusta lo que hago, me vale.

La etiqueta de "imitación".

Esto del punto, a parte de relajante es muy adictivo, así que si estás pensando en empezar a hacer bufandas o demás, créeme si te digo que es muy difícil desengancharse. Y si no que se lo pregunten a mi madre, a mi cuñada Piluca que también han retomado la afición y a mi sobrina Carlota a la que enseñé hace dos semanas y ya le ha hecho un cuello a su perro y a todos los perros del barrio e incluso a alguno de Nájera y luego dice, ya hará algo a los humanos...

 

La bufanda de Emilio.

La bufanda de Rubén.

Bueno y ahora os dejo porque tengo que hacer una bufanda a mi amiga Luisa y para que no os aburrais, aquí está el video de "Vicky y punto". Y si quieres que te haga una bufanda o un cuello, no lo dudes ¡llámame! estaré encantada.