¿Qué me pasa doctor?

¿Qué me pasa, doctor, qué me pasa...?
¿Será el síndrome de la perdiz?
pero siento tener que decirle, doctor,
que me siento feliz, muy feliz.

¡JA!, sabía que os iba a picar la curiosidad y que rapidamente ibais a empezar a leer mi blog. Este el título de una de las canciones del nuevo disco de Luis Eduardo Aute,  Intemperie, que ayer interpretó de  en el Teatro Bretón de Logroño y que Rubén y yo tuvimos la suerte de poder disfrutar. ¡Fue una pasada de concierto!
Hacía muchos años que no venía por aquí,  Susana y yo lo vimos cuando vino con Slowly era el año de la Expo de Sevilla, las Olimpiadas de Barcelona, y la boda de Nando y Luisa.

El concierto iba intercalando canciones de su nuevo disco, del anterior y canciones de toda su vida, que son las que la gente le pide, pero como decía él ayer, yo os canto las nuevas para que dentro de muchos años me pidáis también estas. ¡Que majo!

Cuando cantó siento que te estoy perdiendo, fue... ¡emocionante! como me decía hoy David en el facebook tenía "los pelos como escarpias".  Realmente no hay palabras para describir lo que sentía en ese momento.

El concierto duró dos horas y media, dos horas de concierto y media de bises. Solía comentar cada una de las canciones que iba a interpretar a continuación y hubo una en la que yo no hacía más que acordarme de Mª Pilar y Blanka, la canción se títula Alli, un perro Candaluz, y habla de la rompida de la hora en Calanda, y los tambores son protagonistas de la canción, aquí os dejo una parte de la letra:

Allí, allí, allí...
donde los terceroles
riegan túnicas malva
y la sangre en el cuero
toca la última salva,
el delirio es sordera
de un millón de tambores
redoblando como diablos
exterminadores...

En los bises cantó el solo con su guitarra Anda, Las Cuatro y Diez, Sin Tu Latido, De Alguna Manera, La Belleza... y el final apoteósico Al Alba, a capela (cualquier adjetivo calificativo que pusiera aquí, dejaría corto lo que fue, ver y escuchar a Aute solo, sentado en una silla cantando. Bueno os podría decir que a continuación encendieron las luces, y todo el mundo tenía una sonrisa en la boca.

Aute fue uno de los primeros músicos que escuché en casa, mi hermano tenía el LP Babel (1975) (¡qué buen gusto tenía mi tatito!) y lo ponía a menudo en su tocadisto de maleta, pues así me aprendí yo el siguiente estribillo.

Adiós, Inés de Ulloa,
me voy para Lisboa,
me apunto de soldao
en la revoluçao.

T'as pasao, t'as pasao,
qué mosquito t'a picao.

Ahora lo que toca es disfrutar su nuevo disco y recordar su actuación en Logroño.
¡Gracias Aute!