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En recuerdo de mi hermano

Mi hermano Toño
Hoy hace dos años que mi hermano se fue. Bueno para ser más exactos, que a mi hermano un cáncer de esos calladitos y silenciosos se lo llevó. Siempre he oído hablar a gente que ha perdido algún familiar, que se acuerda mucho de él, y ¡vamos si es verdad!.Todos los días, y digo bien todos los días me acuerdo de mi hermano: cuando creo reconocerlo por la calle, cuando veo un libro que a él le gustaría, por una comida que le encantaba, por una mirada de mi sobrina... Pero eso no me pone triste, al contrario, me pone triste no poderle dar achuchones. Hoy no estoy muy inspirada para escribir pero me apetecía hablar de mi hermano, así que mejor os dejo el artículo que publicó Bernardo Sánchez sobre mi hermano el 26 de abril de 2009 en el periódico La Rioja.

LA FOTO DEL COLE
Representación de Pedro y el Lobo. Maristas curso 68-69. Toño y Bernardo  
La vida dobla cuando es tu generación la que se torna vulnerable, cuando dejas de estar a salvo por definición: cuando la foto del cole -la de la escalera principal, la del patio, la de la comunión, la de la fiesta del Patrón- empieza a agujerearse. Lo digo por el compañero de todo eso que fue Toño Pujades, que esta semana se ha movido en la foto. Y bien sabía Toño lo que valía una imagen y un sonido, porque se dedicaría a fabricarlos toda su vida. Una vida de nuestra edad. Piensas (ni lo piensas, entonces no se piensa en que las imágenes ni las relaciones dependen del tiempo, entonces no se piensa en el tiempo, entonces confundes el tiempo con el frío o el calor), piensas cuando eres un niño, quiero decir, que es eso lo que eres y serás siempre, como otros son y serán siempre padres o abuelos. Y que tus compañeros de colegio son y serán siempre tus compañeros de por vida (que no de por muerte, algo inconcebible). Que estaremos siempre en el mismo cole y en el mismo pupitre. El gran escalofrío llega cuando las fotos del cole aparecen en una caja de zapatos que has abierto por casualidad, buscando otra cosa, un domingo que está ya conectado a una bomba de relojería. Eso en cuanto a la foto. En cuanto al cole, el de Toño -que era el mío- que quedaba justo enfrente de su casa y a tiro de fila en formación de la mía, es ya un escenario abandonado y limítrofe con dos abismos. Toño estaba en algunas de aquellas fotos primordiales. Pienso muchas veces en una de ellas (me consta que también él). Estábamos, de entrada, unidos por lo que representaba. Si el tiempo sería entonces un sinsentido que Toño empezó siendo mi abuelo. Con el cole -Maristas- hacíamos una función en el Bretón cada fin de curso, coronada con un entrega de medallas a la puntualidad y al buen comportamiento. Ahí se imprimió mi afición al teatro. En el curso 67-68 tocó representarPedro y el Lobo, ya saben, esa lección -cuánto le debo- sobre el sonido de los instrumentos y la forma de ser de personas y animales: un gato es un clarinete, por ejemplo, o un pato un oboe, así hasta dieciocho formas de ser (luego ves que no hay en realidad tantas formas de ser). Yo era Pedro y Toño era mi abuelo. Pedro era el espíritu de las cuerdas y el abuelo un fagot, que quería sonar a sabiduría y a experiencia. Había otra foto de una función anterior en la que yo, vestido de barrendero (y conservo la gorra del barrendero y la blusa de Pedro) dirigía un coro del que formaba parte Toño, vestido de pared, con un libro en la mano. Las fotos que recuerdo con Toño siempre tenían música. También la última que atesoro. En cierta forma, una reedición de la de Pedro y el Lobo, con las variantes estilísticas introducidas por el cambio de género temporal en el que ya nos encontrábamos. El tiempo erosiona la melodía y la continuidad produciendo sonidos más duros y arritmias. En agosto de 1986, Toño y yo volvimos a subirnos al escenario del Bretón, carbonizado desde 1979. Formábamos parte de la expedición de 'Cámara Oscura' que se introdujo en él para testimoniar la naturaleza de su ruina. El cometido de Toño era mostrar cómo sonaba aquel buque. Procedió de la siguiente manera: buscó el piano del teatro, un Chaissagne Frères escabechado por el abandono; puso sobre lo que quedaba de su arpa varios micrófonos y fue golpeándola con un pequeño martillo. La grabación resultante -adherida con posterioridad a las fotografías en un vídeo, Bretón bajo las aguas- era un arpegio, estrictamente contemporáneo, de lamentos, frases perdidas, crujidos, arias y naufragios. Y le pusimos un título, Obertura 16 de agosto (aunque era una clausura). Toño completó el sonido de la caja negra del teatro -su piano roto- con ráfagas de Wagner: aquella lección párvula sobre los leit-motifs que tan bien se aprendía con Pedro y su abuelo.

7 comentarios:

terrobita,  19 de abril de 2011, 23:40  

Toño siempre ha sido para mí ese hermano mayor de la amiga del cual todas nos enamorábamos. Además de tener un físico recomendable, su sonrisa enormemente dulce te encandilaba y, precisamente, ese es mi recuerdo de Toño: no lo huelo, no lo veo pero me sonríe. Y, por supuesto, seguro que seguirá orgullosísimo de su hermana, mi AMIGA.

Vicky 20 de abril de 2011, 0:30  

Gracias Anita por esas palabras tan bonitas de mi hermano, recuerdo que ese mismo día me dijo "mañana llama a la Terrobita"... Y si te llamé pero para darte la peor de las noticias. ¿y cuánto tardaste en llegar, medio minuto? Un besito y que sepas que a ti también te quiero mucho.

Toño (Sils),  17 de mayo de 2011, 18:28  

Su recuerdo siempre esta, y su mirada porque para "ojitos" los de mi primo Toño, que guapisimo! Hay personas que tienen carisma y son especiales y tanto tu primica como Toño sois y sereis muy especiales muchos muchos besazos preciosa!!

virginia,  21 de mayo de 2011, 23:11  

http://www.youtube.com/watch?v=N5w8To9Ji7A

Vicky 22 de mayo de 2011, 1:54  

Gracias a todos por seguir recordando y queriendo a mi hermano. Si es verdad la frase, de que uno muere mientras lo recuerdan, Toño está muy vivo y entre nosotros... Y no escribo mas que unos lagrimones me impiden ver el teclado.

Anónimo,  5 de junio de 2016, 22:44  

Toño era una persona única, posiblemente una de las personas mas inteligentes que he conocido y sin duda supo vivir como quería

Vicky 6 de junio de 2016, 0:17  

Gracias por el comentario. Llevas razón Toño fue único, vivió la vida como quiso, pero tristemente se fue también muy rápido.

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