Volando voy, volando vengo

Volando voy,

volando vengo.

Por el camino

yo me entretengo.

(Camarón de la Isla)

Como ya sabéis estos día he tenido que coger dos aviones y no vais a dar crédito a lo que a continuación vais a leer. ¡Volar en una bomba! si suena muy raro en mí, lo se, y más aún después de mi última entrada "Aterriza como puedas", pero que nuestros amigos que viven en Jérez, esten a hora y media de vuelo desde Bilbao... ¡es una bomba! ¿o no? Pero para ello es necesario dos valerianas y tomarlas dos horas antes, porque si tomas solo una, una hora antes el efecto comenzará justo, justo... en el momento de aterrizar, y eso ¡no mola nada! Pero si lo haceís como os he dicho, despegas y estas de lo más tranquila, de hecho yo lo hice mientras preparaba unas notas para el blog, no me lo podía creer, vamos ni yo, ni Rubén, ni Susana que me preguntó si estaba fingiendo...  ¡Viva la valeriana y viva el avión! ¡Vivir para creer!

Volando hemos ido Rubén, Susana y yo a casa de Agustín y Jaime. Al aeropuerto fue a buscarnos Jaime, hacía casi un año que no nos veíamos así que hubo muchos besos, muchos abrazos y muchas risas. Ha sido un año duro para ellos, pero bueno aquí estamos disfrutando de unos días de vacaciones todos juntos una vez más.  En casa nos esperaba Agustín y Verónica, la hermana de Jaime, con las famosas "papas aliñás" de Agus, un manjar...

Disfrutando de los amigos.

Nuestras salidas suelen ser "gastronómicas" y si no que se lo digan a mis primos de Gerona y a sus amigos los moteros. Los desayunos en Jerez son una gozada con el pan tostadito, la crema de york, el aceite, el tomate... El colesterol y los kilos hizo que hace años dejara de desayunar por aquellos lares, zurrapa y manteca colorá, que van directos al michelín y se quedan pegados de tal manera que cuesta que se vayan  más que una mancha de aceite, en uno de mis vestidos. La variedad de tostadas es mucho más amplia que aquí en Logroño, el primer día me pedí una tostada entera de "pitufo" como Verónica se empeñaba en llamar cada día y el camarero le corregía diciendo que era un "pepito",  el 2º día, a la envidia, que ya sabéis que es muy mala, me pedí un mollete como Silvia, la amiga de Jaime, pero fue demasiado, y el tercer y último día hice lo que hacen todos los días Agus y Jaime y lo que hizo Susana desde el principio ¡qué lista! y fue pedir  media tostada de pan normal.

Desayunando en Jerez.

El jueves nos tenían preparada una sorpresa. Y fue ¡un lujo! fuimos por la tarde al Parque Natural de los Toruños en el Puerto de Santa María. Era un día muy especial para todos: para Agustín porque hacía mucho que no pisaba la arena y para nosotros por estar con ellos. Ver una puesta del sol a la orilla del mar es espectacular, pero verla junto a la gente que quieres ¡es lo más! y ya si sabes, que cuando termine de ponerse el sol, vas a cenar en el chiringuito unas tortillitas de camarones, pescaíto, tinto de verano... pues que más se puede pedir ¿verdad?
La felicidad total debe estar muy cerca de esto, o directamente ¡esto es la felicidad!

Viendo la puesta de sol en el Parque Natural de los Toruños. Puerto de Santa María.

El viernes por la tarde decidimos ir a la playa de Valdelagrana  las tres chicas con Jaime,  pero el viento de Levante hizo de las suyas, ¡qué manera de soplar! ya nos advirtió un señor al llegar: "Sopla mucho viento, no vais a poder estar, al principio la arena te hace un peeling y lo agradeces, pero a la media hora cuando empiezas a sangrar, decides irte". No son "exageraos", ni "ná" algunos andaluces.
Rubén, aprovechando que Agustín dijo "que le aceptaba como animal de compañía" decidió quedarse en casa.

Playa de Valdelagrana. Puerto de Santa María.

El sábado nos acercamos hasta Chipiona, el pueblo de "La más grande" y donde Agustín tiene un apartamento. Fuimos paseando junto al mar hasta el Castillito, cita obligada cada vez que visitamos nosotros o nuestros amigos la provincia de Cádiz. Quienes no sepáis que es El Castillito, os diré que es una bodega "añeja" que hasta hace poco tenía el suelo de tierra. Y donde venden el mejor moscatel del mundo mundial, hay varios tipos: blanco, dorado, negro, pasa, pasa negro, etc. pero el "Moscatel pasa puro viejo" es una auténtica delicatessen.
Nos tomamos una copita y Manolo, el dueño, nos invitó a otra ronda. Pero como podréis imaginar, a última hora de la tarde y sin haber comido nada ¡qué cosa tan rara!, se nos subió directamente a la cabeza sin pasar por el estomago. Eso hizo que nos rieramos aún más y que Vero nos contará que ella había firmado un autografo a Hugo Silva en Ibiza (¿no sería al revés Vero?). Buff esta Vero triunfa allí donde va, por cierto ¿Hugo Silva lo tendrá guardado aún?

Tomando una copita en El Castillito. Chipiona

Como ya sabéis desde que tengo mi teléfono móvil no me separo de él, podría hacer otra entrada del blog que fuera "No sin mi iphone". Así que me dediqué a hacer fotos y a subirlas de inmediato al facebook, tan, tan de inmediato que cuando Susana llamó a Jaime, el de Logroño, para decirle que ya habíamos aterrizado, el ya lo sabía. Las hermanas de Vero y Jaime, tenían información en tiempo real, de que había en el aperitivo, donde estabamos, que comiamos...

Puesta de Sol desde el Parque Natural de los Toroños

En fin que han sido unos días fabulosos que Jaime resumía muy bien el domingo en el aeropuerto de Sevilla. "Este año, hemos vuelto a estar los 5 de vacaciones. Puede que sea el inicio de la normalidad."
Y eso es lo que todos deseamos.